La ONG Manos Unidas ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2010 según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.
A lo largo de 50 años, Manos Unidas ha desarrollado una importante labor humanitaria y social, de acción contra el hambre y el subdesarrollo, y ha favorecido el acceso a la educación y a la sanidad a millones de personas en todo el mundo, mejorando con ello sus condiciones de vida.El Jurado de este Premio –convocado por la Fundación Príncipe de Asturias– estuvo presidido por Vicente Álvarez Areces e integrado por Matías Rodríguez Inciarte, Fernando de Almansa Moreno-Barreda, vizconde del Castillo de Almansa; José Ramón Álvarez Rendueles, José María Arias Mosquera, Adolfo Barthe Aza, Antonio Basagoiti García-Tuñón, José Celma Prieto, Ramón Colao Caicoya, Jacobo Cosmen Menéndez-Castañedo, Francisco Daurella Franco, Juan Manuel Desvalls Maristany, marqués del Poal; Felipe Fernández Fernández, Pedro Luis Fernández Pérez, Paz Fernández Felgueroso, José Antonio Fernández Rivero, Emilio Ferré Solé, Francisco de la Fuente Sánchez, José Luis García Palacios, Ignacio Garralda Ruiz de Velasco, Juan Luis Iglesias Prada, Gabino de Lorenzo, Fernando Menéndez Rexach, José Oliú i Creus, María del Pino Calvo-Sotelo, Mariano Puig Planas, Ángel Ron Güimil, Antonio Suárez Gutiérrez, Antonio Trevín Lombán, José María Villanueva Fernández, Santiago de Ybarra y Churrruca, Santiago Zaldumbide Viadas y Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos (secretario).
Esta candidatura ha sido propuesta por Juan Antonio Martínez Camino, secretario general de la Conferencia Episcopal Española. Entre los más de 6.300 apoyos recibidos se encuentran los de los Premios Príncipe de Asturias Teresa Berganza, el padre Ángel García, Eduardo García de Enterría, Somaly Mam, Miguel Induráin y Federico García Moliner; así como de misioneros, obispos y superiores de comunidades religiosas de todo el mundo.
Manos Unidas es una organización no gubernamental católica que se dedica a la lucha contra el subdesarrollo, la enfermedad, la opresión, la falta de instrucción y el hambre, que surgió de la primera campaña contra el hambre en España, organizada por un grupo de mujeres de Acción Católica Española en 1960, en respuesta a una llamada de la FAO a escala mundial. Además, Manos Unidas trata de impulsar un desarrollo humano y sostenible, acercando recursos financieros a aquellos grupos que lo solicitan y que, debido al desigual reparto de la riqueza, viven en condiciones infrahumanas. El máximo órgano de gobierno es la Asamblea General de Delegadas, presidida por Myriam García Abrisqueta. También cuenta con una Comisión Permanente y un Equipo Directivo Nacional. 71 delegaciones, más de 4.500 voluntarios, en su mayoría mujeres, y 86.701 socios y colaboradores que mantienen viva la organización.
Los objetivos fundamentales de Manos Unidas son la financiación de proyectos en los países más castigados por la pobreza y la educación para el desarrollo. Manos Unidas no desarrolla proyectos propios, sino que financia aquellos que ofrecen garantías, dándoles el impulso inicial a las organizaciones locales. Hasta la fecha ha sufragado alrededor de 25.000 proyectos en más de 64 países de Asia, África, América y Oceanía. Los proyectos pueden ser de tipo agrícola, social, cultural-educativo, sanitario y de promoción de la mujer. En 2008 Manos Unidas trabajó en el 5º Objetivo del Milenio, cuya meta es reducir la mortalidad materna. En 2009 se celebró en Sevilla el Foro 50 aniversario de Manos Unidas, bajo el lema “Combatir el hambre, proyecto de todos”.
Durante el año 2009 se asumieron un total de 692 nuevos proyectos en 52 países. Manos Unidas intenta además promover cambios hacia un orden mundial más justo y solidario. Su financiación procede mayoritariamente de fuentes privadas (77,7%) y públicas (22,3%). En 2008 recaudó 53.650.997 euros, de los que destinó el 91,7% a sus fines.
Como miembro fundador de CONGDE (Coordinadora de ONGD de España) y como miembro de CIDSE (Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad), está integrada dentro de las más de 1.600 organizaciones europeas que conforman CONCORD (Confederación para la cooperación de ONG para la Ayuda y el Desarrollo), agrupadas en torno a 18 redes internacionales y 21 coordinadoras o redes nacionales. Además forma parte de la Fundación Sur y del Pacto Global contra la Pobreza. También ha estado presente en otros foros y encuentros de ámbito internacional especialmente los relacionados con la deuda externa de los países del Sur, participando en reuniones con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Manos Unidas está en posesión, entre otros, del Premio a la Mejor Labor Humanitaria (1998), el Premio del Festival de Publicidad de Nueva York (1999), el Premio Sol de Plata del Festival de San Sebastián (1999), el Premio Ondas (Publicidad Nacional 2000), el Premio “Valores Humanos” de la Fundación Científica Caja Rural de Zamora (2001) y el Premio Internacional pro Derechos Humanos de la Fundación Jaime Brunet (2004). En 2009 Manos Unidas fue recibida por SS. Benedicto XVI.
Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupos de persona o de instituciones en el ámbito internacional”. Dentro de este espíritu, el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia “será concedido a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad”.
En esta edición concurrían un total de 34 candidaturas procedentes de Argelia, Argentina, Birmania, Bolivia, Brasil, Costa Rica, China, Estados Unidos, Haití, India, Italia, Marruecos, Perú, Portugal, República de San Marino, Suecia, Uruguay, Zimbabue y España.
Este ha sido el último de los ocho Premios Príncipe de Asturias concedidos este año, en que cumplen su trigésima edición. Anteriormente, fueron otorgados el Premio Príncipe de Asturias de las Artes al escultor estadounidense Richard Serra, el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales al equipo arqueológico de los Guerreros y Caballos de Terracota del Mausoleo de Qinshihuang en Xi’an (China); el de Comunicación y Humanidades a los sociólogos Alain Touraine (Francia) y Zygmunt Bauman (nacido en Polonia y nacionalizado británico); el de Investigación Científica y Técnica a los bioquímicos David Julius, Baruch Minke y Linda Watkins; el Premio Príncipe de Asturias de las Letras al escritor franco-libanés Amin Maalouf; el de Cooperación Internacional a the Transplantation Society y a la Organización Nacional de Trasplantes (España) y el Premio Príncipe de Asturias de de los Deportes, concedido a la Selección española de fútbol.
Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con cincuenta mil euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.
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