Un convenio firmado recientemente por la Organización Nacional de Transplantes (ONT) y la Fundación Pluralismo y Convivencia busca promover la cultura de la donación y el trasplante entre aquellos sectores de la población que profesan religiones minoritarias en España
A partir de un convenio marco, que forma parte del programa Donación sin Fronteras, la ONT formará a personal religioso de confesiones minoritarias en España en materia de donación y trasplantes. Por su parte, la Fundación Pluralismo y Convivencia formará a profesionales sanitarios relacionados con los trasplantes en las peculiaridades de las distintas religiones.
“La formación de imanes y líderes comunitarios, figuras clave para fomentar la cultura de la donación de órganos entre la comunidad islámica de nuestro país, ya se ha iniciado”, explica un comunicado del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
En 2009 se registraron un 16,4% de negativas familiares a la donación. De ellas, en el 9,2% de los casos se aludieron motivos religiosos, según el Plan de Garantía de Calidad de la ONT.
El 37,8% de la población norteafricana y el 34,7% de la subsahariana no está dispuesta a donar sus órganos, según una encuesta realizada por la ONT en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Falsas creencias que merman las donaciones
La encuesta, realizada en 2008-2009, incluye una muestra de 1.202 personas de ambos sexos, mayores de edad, distribuidos según su nacionalidad en los seis grupos, Europa Occidental, Europa del Este, África del Norte, África Subsahariana, Latinoamérica y Asia.
Los datos revelan que más de un 85% de posturas favorables a la donación de órganos y al trasplante se encuentra en los colectivos de Europa occidental, Europa del Este, África Subsahariana y Latinoamérica.
Esta actitud contrasta con la indiferencia que muestran el 23,8% de los norteafricanos (Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania y Egipto) y el 15,8% de los asiáticos.
“La falsa creencia de que el Islam no permite la donación de órganos y la ausencia de una cultura de la donación en sus países de origen explican las reticencias de la población norteafricana a la donación de órgano”, asegura la encuesta.
Tan solo el 4% de la población marroquí en España dona órganos
Según los datos de la ONT, la población no nacida en España,-aproximadamente el 10% del total- dona en la misma proporción que el resto de los ciudadanos. Este es el caso de rumanos, ecuatorianos y colombianos, en los que se observa un porcentaje de donaciones acorde con su población en España.
Sin embargo, la situación entre la población de origen norteafricano, es muy distinta, sólo el 4% de los órganos donados por extranjeros procede de la población marroquí, aunque este colectivo supone el 13% del total de inmigrantes que viven en nuestro país.
Por otro lado, los datos de la ONT sobre las causas de las negativas familiares confirman el peso creciente de las creencias religiosas a la hora de enfrentarse a la donación de órganos. En 2009, se registraron un 16,4% de negativas familiares. De ellas, en el 9,2% de los casos se aludieron causas religiosas (frente al 8,6% registrado en 2008 y el 7% en 2007).
RELIGIÓN Y DONACIONES
Catolicismo. Para la Iglesia católica, la donación de órganos es un acto de gran valor ético. Esta idea fue plasmada por Juan Pablo II en la encíclica ‘Evangelium Vitae’ en 1995. En ella, asegura que “merece especial reconocimiento la donación de órganos, realizada según criterios éticamente aceptables, para ofrecer una posibilidad de curación e incluso de vida a enfermos tal vez sin esperanza”.
Islam. Considera la donación de órganos como un acto de caridad suprema y la acepta siempre que se realice en beneficio del receptor y tras el consentimiento del donante o de sus familiares en el caso de un difunto. Los líderes religiosos de los grandes centros islámicos en Arabia Saudí, Egipto Irak y otros países musulmanes han desarrollado fatwas a favor de la donación y trasplante, tanto de donante vivo como de cadáver.
Iglesias evangélicas. Apoyan la donación de órganos, aunque dejan la decisión a la libertad individual. Por ejemplo, en un resolución de 1984 la iglesia luterana denominó la donación de órganos como un acto de bondad e hizo un llamamiento a la solidaridad de sus fieles.
Judaísmo. Alienta la donación de órganos, especialmente tras ser aprobada la ley de trasplantes en Israel en 2008. Según el Rabino Ortodoxo Moses Tendler, de la Comisión de Bioética del Consejo de Rabinos de América, “si alguien está en disposición de donar un órgano para salvarle la vida a otra persona, es una obligación hacerlo”.
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