Largo me lo fiáis

OPINIÓN

Por Luis José de Ávila

Periodista

Mal asunto para echar el año fuera es la gripe de caballo que me ha alejado unos días del blog. Mermado pero no vencido retorno en el penúltimo día del 2010 para reflexionar sobre la sociedad doliente, que esto de la gripe está afectando muchos ciudadanos de nuestra querida Asturias que, por fin, no contará a través del Partido Popular con Francisco Alvarez-Cascos como candidato a la presidencia del Principado. Al final, tras unas largas e intensas guerrillas de desgaste, será la candidata de Gabino de Lorenzo, el alcalde de Oviedo, o sea, la concejala Isabel Pérez Espinosa, quien se medirá con el candidato socialista Javier Fernández. Dos candidatos a la baja si los comparamos con el citado Alvarez-Cascos y con el defenestrado Vicente Alvarez Areces. Una vez deshojada la margarita por el críptico Mariano Rajoy -más gallego, imposible- habrá que ver que ocurre en el seno del Partido Popular asturiano en el que gran parte de sus bases eran fervientes partidarios del ex ministro. Respecto a él mismo supongo que habrá salido escaldado y se retirará a sus cuarteles de invierno, esto es, a continuar con la iniciativa privada. La única posibilidad, de la que incluso se habló, sería la de presentarse al frente de una nueva formación política regionalista y de derechas pero lo pongo en duda; queda poco tiempo y supondría un salto en el vacío de dudosos resultados. En toda esta maquiavela operación los expertos apuntan sin lugar a dudas a la Cospedal como principal opositora a que Alvarez-Cascos fuera el candidato por Asturias. Aunque los vientos son favorables al partido conservador Gabino de Lorenzo y su equipo se juegan mucho en el próximo mes de mayo. No solo renovar una legislatura más como alcalde de la capital del Principado sino también romper la hegemonía socialista en Asturias desde hace tres legislaturas.
Barrunto una campaña dura. Isabel Pérez Espinosa no se anda por las ramas a la hora debatir con el enemigo, algo a lo que quizás Javier Fernández no está acostumbrado, dado el sosiego y la timidez que le caracteriza. José Luis Rodríguez Zapatero vendrá en febrero a Gijón en el primer gran mitin pre electoral. Mariano Rajoy lo dará en Oviedo. Veremos a ver cuanto afiliados acuden a escucharle con el letrero “Cascos, presidente”. De todo este lío puede resultar beneficiado el ex pepero Juan Morales, candidato de IDEAS. Esta misma tarde algún furibundo  fan de Alvarez-Cascos me decía que en mayo las urnas pueden encontrarse con papeletas del PP en las que se tacha el nombre de Isabel Pérez-Espinosa colocándose a mano el de Francisco Alvarez-Cascos por lo que sería voto nulo.
Se nos va el 2010 y llega un 2011 amenazador. Primero se bajaron sueldos y amortizaron puestos de trabajo; ahora la cuesta de enero no la mejorará ni Bahamontes. Ya lo dijo el ministro de Industria Miguel Sebastián, también con gripe y un poco desbordado por tener que explicar, de manera que no le entiende el ciudadano, las alzas de precios de la energía eléctrica, los combustibles por las nubes… y prepárense para la cesta de la compra. Como remate, a fumar a la calle, por lo que los hosteleros están que echan humo. Me temo que no habrá forma de que el paro comience a bajar en el 2011. Para ello tendría que existir en nuestro país un clima de confianza hacia nuestros gobernantes lo que provocaría que los empresarios, que al fin y al cabo son los únicos que hoy pueden crear empleo, apostaran por sus industrias y contrataran a más gente. También hace falta que la banca, vergonzosamente escondida, les ayudase. Y es que pensar en crear más empleo público, tras los excesos de los últimos años, es una entelequia.
Claro que el gobierno fija para el año 2027 alargar la jubilación hasta los 67 años. Largo me lo fiáis. A esas alturas, todos calvos, incluidos Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero.
De todas las maneras, amigos, que el 2011 sea menos duro de lo que se anuncia.