La Policía Nacional alerta sobre los riesgos aparejados al robo de este material que pueden llevar hasta la muerte
Agentes de Policía Nacional han intervenido en Madrid más de 26 toneladas de cobre procedentes de robos llevados a cabo en diversas infraestructuras. Durante la operación, enmarcada dentro del “Plan Operativo de respuesta policial al robo de cable de cobre”, se han registrado tres chatarrerías de la capital usadas para la receptación de este metal. El propietario, tras adquirir el material robado, lo trasportaba hasta una parcela ubicada en la Cañada Real que utilizaba como almacén y punto de distribución. Ha sido arrestado como presunto autor de un delito de receptación.
El robo de cobre puede causar graves heridas o incluso acabar con la vida de quienes cometen este delito. En los últimos días varias personas han fallecido cuando intentaban sustraer cable de postes de electricidad. Este material es usado para hacer llegar la electricidad a empresas y hogares, por lo que además su robo compromete el sistema eléctrico.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantienen el pulso de la ofensiva contra los ladrones de tendidos eléctricos. Los ciudadanos y particularmente los chatarreros pueden también colaborar para evitar el robo de cobre y sus consecuencias, en ocasiones dramáticas, con una mayor concienciación y a través de sus denuncias.
Cables de alumbrado público, paneles de tráfico y catenarias
Siguiendo las instrucciones marcadas por el “Plan Operativo de respuesta policial al robo de cable de cobre”, agentes especializados realizan continuas inspecciones y controles en los distintos puntos de almacenaje de chatarra existentes en la capital. En uno de los registros realizados en una parcela situada en la Cañada Real de Galiana, los investigadores localizaron e incautaron gran cantidad de cable de cobre sustraído.
Gestiones posteriores llevaron a los investigadores hasta tres chatarrerías propiedad del mismo individuo. Allí practicaron los correspondientes registros y localizaron más cable sustraído. El dueño, J.P.G.R, de 55 años, almacenaba en el interior de estas instalaciones más de 26 toneladas de cable de cobre procedente de robos en diversas infraestructuras tales como alumbrado público, paneles informativos de tráfico o catenarias de las vías ferroviarias.
Los agentes han constatado que el detenido utilizaba las chatarrerías para receptar el cable de cobre sustraído. Posteriormente era trasladado hasta la parcela situada en la Cañada Real, usada a modo de almacén central y desde donde se distribuía a diversos puntos del territorio nacional.
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