Durante la intervención que duró aproximadamente 15 minutos en la sesión plenaria de la XX Cumbre Iberoamericana que se lleva a cabo en Mar del Plata, el Presidente del Ecuador, Rafael Correa, reseñó los eventos del 30 S que intentaron derrocarlo y asesinarlo.
Ante los mandatarios de Iberoamérica recordó que los servicios de inteligencia de su Gobierno fallaron al no alertarle sobre las demandas policiales que se evidenciaron a primeras horas de la mañana en el cuartel Regimiento Quito. Admitió que no fue informado porque los directores de inteligencia eran impuestos por miembros de la embajada de Estados Unidos sin que se tenga un control sobre eso. “Tuvimos que desbaratar todo y obviamente eso toma tiempo y es muy complicado”, dijo.
Correa denunció que la actitud de ciertos miembros de la Policía fue una “celada política” porque durante ese día les encerraron con gritos de consignas de la oposición, les agredieron, hicieron explotar bombas con la finalidad de armar el caos generalizado y justificar el intento del golpe de Estado.
El jefe de Estado del Ecuador agregó que mientras estaba secuestrado la oposición política celebraba con whisky en un hotel de la capital Quito, pedía amnistía para quienes buscaron romper con el orden constituido, sacaban a las personas a las calles para que se arme el caos general en el país con la finalidad de que en unos tres días caiga el Gobierno.
0 comentarios:
Publicar un comentario