OPINIÓN
Por Luis José de Ávila
PeriodistaComo era previsible a año y
medio de las próximas elecciones
generales y con los presupuestos
del 2011 aprobados
con el apoyo de dos partidos
nacionalistas, Coalición Canaria
y el PNV, el presidente del
Gobierno José Luis Rodríguez
Zapatero ha acometido
una profunda remodelación de
su Ejecutivo en el que, de nuevo,
no hay asturianos pero si
tres vascos y varios andaluces
con el incombustible Rubalcaba
como político fuerte del
nuevo equipo.
Digan lo que digan nuestros
políticos la verdad es que Asturias
pinta poco en el panorama
nacional y los recortes de la crisis
están llevando a nuestra comunidad
autónoma a perder decisivos
trenes de modernidad y
competitividad, tal es el caso
del AVE cuyo trazado hasta Gijón
desde los túneles del Huerna
ni está ni se le espera, así como
los tramos en construcción
de la autovía del Cantábrico -
vamos para más de veinte años
desde que se puso la primera
piedra- están completamente
parados, habiendo retirado las
empresas contratistas toda la
maquinaria e, incluso, ese trozo
de carretera en el occidente, en
la zona de Bao, destrozado hace
meses por las riadas continúa
sin arreglar obligando a un
transporte especial que debe ir
de Asturias a Galicia a hacerlo
por León.
Como un chiste malo sonó
para ministro de Trabajo Vicente
Alvarez Areces pero ahora el
presidente del Principado, a sus
67 años y sin haber perdido
nunca unas elecciones, ni en el
ayuntamiento de Gijón ni en el
Principado, comienza a decir
que cuando termine su mandato
en mayo se irá para casa, a dar
clase en la Universidad como
profesor de matemáticas que es.
Increíble la actitud del poder
socialista con este político del
que siempre tuve la sensación
de que no gozaba de gran confianza
en Ferraz.
Pero volviendo a José Luis
Rodríguez Zapatero, sabe que
las encuestas no le son nada favorables,
de ahí esta renovación
del Gobierno, bajando incluso
el número de ministerios de
diecisiete a quince, maquillando
así las normas de austeridad
que la Administración española
ha de implantar por imperativo
de la Unión Europea. Está claro,
y es lógico, que el presidente
del Gobierno de España se
enroque con sus fieles; lo que
no entiendo muy bien es que a
algunos hasta ahora ministros,
caso de la curiosa Aida Bibiano,
la degrade manteniéndola
como secretaria de Estado. En
política, como en el ejercito,
malo si pasas de general a comandante.
Vale más que te jubilen.
Creo que el último asturiano
que estuvo en un consejo de
ministros socialista fue Luis
Martínez Noval como ministro
de Trabajo en uno de los gobiernos
de Felipe González. Y
ya ha llovido lo suyo. Nuestra
máxima representación ministerial
fue con Francisco Alvarez-
Cascos como ministro de
Fomento y vicepresidente en el
gobierno popular de José María
Aznar y bien que se notó su
positiva influencia en nuestra
autonomía.
Que José María Rodríguez
Zapatero es un político hábil
nadie lo pone en duda y, por tanto,
como en política saber negociar
es muy importante no voy a
ser yo quien critique el acuerdo
a que ha llegado con vascos y
canarios para sacar adelante los
presupuestos del próximo año.
Lo que me preocupa es el efecto,
que será más bien negativo,
que tendrá sobre Asturias. Sin la
presencia de una empresa pública
de peso el Estado da la impresión
de no sentirse tan obligado
como años atrás con nosotros
y nuestra clase empresarial
no tiene tampoco la presencia
suficiente como para imponer
respeto a los políticos de Madrid.
Como Asturias vive de rumores,
tras lo de Álvarez Areces
para el ministerio de Trabajo
ahora surge el de Severino
García Vigón, presidente de la
patronal asturiana, para presidente
de la CEOE. No se preocupen,
o háganlo, se disolverá
como azucarillo en aguardiente.
La presidencia de la CEOE irá a
un catalán o a un andaluz.
Volviendo a la Administración
central solo nos queda el luarqués
Menéndez de Luarca como
subsecretario de Agricultura.
Veremos a ver si la nueva responsable
de dicho departamento
Rosa Aguilar le mantiene en el
cargo. La ex comunista, no afiliada
todavía al PSOE, lo mismo
vale para un roto que para un
descosido tras los años de buena
gestión como alcaldesa por IU
de Córdoba, la ciudad que será
la capital cultural 2016 y que
tendrá al ex ministro Moratinos
como candidato por el PSOE a
su alcaldía en el próximo mes de
mayo. En fin, nuevo gobierno,
otra vez sin asturianos. Que sea
para bien.
medio de las próximas elecciones
generales y con los presupuestos
del 2011 aprobados
con el apoyo de dos partidos
nacionalistas, Coalición Canaria
y el PNV, el presidente del
Gobierno José Luis Rodríguez
Zapatero ha acometido
una profunda remodelación de
su Ejecutivo en el que, de nuevo,
no hay asturianos pero si
tres vascos y varios andaluces
con el incombustible Rubalcaba
como político fuerte del
nuevo equipo.
Digan lo que digan nuestros
políticos la verdad es que Asturias
pinta poco en el panorama
nacional y los recortes de la crisis
están llevando a nuestra comunidad
autónoma a perder decisivos
trenes de modernidad y
competitividad, tal es el caso
del AVE cuyo trazado hasta Gijón
desde los túneles del Huerna
ni está ni se le espera, así como
los tramos en construcción
de la autovía del Cantábrico -
vamos para más de veinte años
desde que se puso la primera
piedra- están completamente
parados, habiendo retirado las
empresas contratistas toda la
maquinaria e, incluso, ese trozo
de carretera en el occidente, en
la zona de Bao, destrozado hace
meses por las riadas continúa
sin arreglar obligando a un
transporte especial que debe ir
de Asturias a Galicia a hacerlo
por León.
Como un chiste malo sonó
para ministro de Trabajo Vicente
Alvarez Areces pero ahora el
presidente del Principado, a sus
67 años y sin haber perdido
nunca unas elecciones, ni en el
ayuntamiento de Gijón ni en el
Principado, comienza a decir
que cuando termine su mandato
en mayo se irá para casa, a dar
clase en la Universidad como
profesor de matemáticas que es.
Increíble la actitud del poder
socialista con este político del
que siempre tuve la sensación
de que no gozaba de gran confianza
en Ferraz.
Pero volviendo a José Luis
Rodríguez Zapatero, sabe que
las encuestas no le son nada favorables,
de ahí esta renovación
del Gobierno, bajando incluso
el número de ministerios de
diecisiete a quince, maquillando
así las normas de austeridad
que la Administración española
ha de implantar por imperativo
de la Unión Europea. Está claro,
y es lógico, que el presidente
del Gobierno de España se
enroque con sus fieles; lo que
no entiendo muy bien es que a
algunos hasta ahora ministros,
caso de la curiosa Aida Bibiano,
la degrade manteniéndola
como secretaria de Estado. En
política, como en el ejercito,
malo si pasas de general a comandante.
Vale más que te jubilen.
Creo que el último asturiano
que estuvo en un consejo de
ministros socialista fue Luis
Martínez Noval como ministro
de Trabajo en uno de los gobiernos
de Felipe González. Y
ya ha llovido lo suyo. Nuestra
máxima representación ministerial
fue con Francisco Alvarez-
Cascos como ministro de
Fomento y vicepresidente en el
gobierno popular de José María
Aznar y bien que se notó su
positiva influencia en nuestra
autonomía.
Que José María Rodríguez
Zapatero es un político hábil
nadie lo pone en duda y, por tanto,
como en política saber negociar
es muy importante no voy a
ser yo quien critique el acuerdo
a que ha llegado con vascos y
canarios para sacar adelante los
presupuestos del próximo año.
Lo que me preocupa es el efecto,
que será más bien negativo,
que tendrá sobre Asturias. Sin la
presencia de una empresa pública
de peso el Estado da la impresión
de no sentirse tan obligado
como años atrás con nosotros
y nuestra clase empresarial
no tiene tampoco la presencia
suficiente como para imponer
respeto a los políticos de Madrid.
Como Asturias vive de rumores,
tras lo de Álvarez Areces
para el ministerio de Trabajo
ahora surge el de Severino
García Vigón, presidente de la
patronal asturiana, para presidente
de la CEOE. No se preocupen,
o háganlo, se disolverá
como azucarillo en aguardiente.
La presidencia de la CEOE irá a
un catalán o a un andaluz.
Volviendo a la Administración
central solo nos queda el luarqués
Menéndez de Luarca como
subsecretario de Agricultura.
Veremos a ver si la nueva responsable
de dicho departamento
Rosa Aguilar le mantiene en el
cargo. La ex comunista, no afiliada
todavía al PSOE, lo mismo
vale para un roto que para un
descosido tras los años de buena
gestión como alcaldesa por IU
de Córdoba, la ciudad que será
la capital cultural 2016 y que
tendrá al ex ministro Moratinos
como candidato por el PSOE a
su alcaldía en el próximo mes de
mayo. En fin, nuevo gobierno,
otra vez sin asturianos. Que sea
para bien.
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